Orden del temple

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La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (en latín, Pauperes commilitones Christi Templique Solomonici), comúnmente conocida como los Caballeros Templarios o la Orden del Temple (en francés, Ordre du Temple o Templiers) fue una de las más famosas órdenes militares cristianas.

Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista. Más adelante con el reconocimiento papal la orden creció rápidamente creando toda una organización que buscaba conformar una fuerza militar suficiente para controlar no solo las rutas de Europa hacia tierra santa, sino también evitar su caída en manos de los musulmanes. Con el tiempo los templarios más sobresalientes se dieron a la tarea de investigar todo lo relacionado con el cristianismo, en especial reunir reliquias sagradas, evidencias y documentos sitios de gran importancia religiosa, manteniendo al margen al Papa de sus acciones.

Durante siglos esta fuerza se convirtió en un culto religioso-político que amazó una fortuna tal, que preocupo a algunos monarcas europeos (fuertemente endeudados o controlados por ella) que acudieron al Papa para que la disolviera o declarara proscrita.

La organización templaría organizo sus finanzas tan efectivamente que crearon las primeras instituciones crediticias, antecesoras de los actuales bancos. También innovaron en la metalurgia y construyeron numerosas e imponentes fortificaciones, iglesias y edificaciones secretas por todo el mediterraneo. Su fuerza fue tal que la misma Iglesia católica los vio como una amenaza a su integridad por el místico culto que los caballeros templarios profesaban y los denunció para que fueran perseguidos en toda nación cristiana.

Los templarios se volvieron una orden clandestina que prevaleció hasta el día de hoy, a pesar de que la gran mayoría de sus integrantes fueron torturados, asesinados, recluidos y despojados de sus bienes y familias por orden del Papa.

Hoy en día se cree que los caballeros templarios son los custodios de las reliquias del cristianismo rescatadas de tierra santa, como el cális que utilizó Jesús en la última cena y múltiples ecritos sagrados recopiolados a través de los tiempos. Hay fuertes evidencias de que la orden aún existe y se mantiene secreta funcionando en una red clandestina que tiene presencia en gran parte del mundo occidental y América. Su objetivo ahora es mantener secretos los mayores tesoros del cristianismo y estudiar toda la información recabada por siglos, por los caballeros templarios.